La alimentación natural es la base para una vida más larga y sana y esto es cierto tanto para los humanos como para los animales. La calidad de la comida que damos a nuestros perros va a tener un impacto de corto, mediano y largo plazo en su salud.
Algunos beneficios de la comida fresca son:
- Extiende la vida
- Preserva la salud y previene enfermedades
- Es densa en nutrientes altamente disponibles
- Los nutrientes son fáciles de digerir y usar
- Hace que los órganos trabajen con menos esfuerzo, previniendo inflamaciones
- No produce exceso de desechos y toxinas
- Es baja en grasas, azúcares y sodio
- No contiene conservantes ni sustancias artificiales
Veamos en detalle… el por qué de tantos beneficios
Las plantas y los animales están formados por tipos similares de sustancias químicas. La mayoría de los nutrientes presentes en plantas y animales se organizan en seis grupos: agua, carbohidratos, proteínas, grasas, minerales y vitaminas. Esto es importante para entender por qué la comida fresca es mejor que la comida procesada – para ti, para mí, para nuestros perros y para todos los seres vivos-. Comer lo que nuestro cuerpo puede “entender” desata el poder de los alimentos, preservando nuestra salud y alargando nuestra vida.
El cuerpo está diseñado para nutrirse y repararse utilizando nutrientes de la naturaleza. Nuestros órganos toman los nutrientes de los alimentos y los descomponen en partes más pequeñas que son más fáciles de digerir, absorber y usar. Algunas partes se usan para mantenernos funcionando (como la energía que se encuentra en los carbohidratos), otras partes se usan para reparar tejidos y desarrollar músculos (como las proteínas), otras se usan para facilitar la función de los órganos (como la vitamina A para los ojos). Lo que no se usa se almacena o se elimina.
Nuestros órganos nos ayudan a digerir, absorber y utilizar los nutrientes, a llevarlos por todo nuestro cuerpo, a almacenar lo que usaremos más adelante y a filtrar y eliminar lo que no necesitamos, incluyendo los desechos que se producen en todo este proceso.
Así, la comida nos mantiene vivos y se convierte en parte de nuestra estructura y células. Es por eso que necesitamos darle a nuestro cuerpo la mejor «gasolina» disponible. Porque lo que comemos literalmente se convierte en parte de nosotros y esto afectarán nuestra salud y calidad de vida.
Cuando comemos alimentos naturales y frescos, nuestro cuerpo los reconoce más fácilmente y no tiene que “esforzarse” tanto para digerir, absorber y utilizar los nutrientes. Además, la comida real produce menos desperdicio porque la mayor parte de su contenido se usa realmente y no tiene suplementos artificiales, colorantes, sabores, químicos ni conservantes.
Cuando comemos alimentos procesados o no naturales, nuestros órganos trabajan más para descomponerlos. Nuestro cuerpo no puede usar mucho, por lo que produce más desechos y toxinas que deben eliminarse y hay menos nutrientes disponibles para nutrir el cuerpo, reparar tejidos y apoyar las funciones básicas de la vida. Además, los alimentos procesados tienen más grasa y sodio de lo que necesitamos para que sean más sabrosos.
A la larga, comer alimentos procesados en exceso influye en el padecimiento de enfermedades crónicas como pancreatitis (inflamación del páncreas), enfermedades hepáticas y renales (por eliminar todas esas toxinas y desechos), problemas en el corazón (con toda la grasa mala almacenada en el cuerpo), cáncer (alteración de las células de nuestro cuerpo), etc. En el corto plazo la falta de buenos nutrientes se manifestará como problemas de digestión, de pelo, de piel, de estado de ánimo y niveles de energía.
Lo mismo le pasa a nuestras mascotas con los alimentos altamente procesados, elaborados con conservantes, ingredientes artificiales y altos en sodio, maíz, soya o trigo procesado. Muchos están elaborados con rellenos, nutrientes de baja calidad y suplementos añadidos para que sea «asequible». Y encima, pensemos en todo el tiempo que duran esas bolsas gigantes entre que las producen, las distribuyen, la compras y almacenas en tu casa. La luz, el aire y el tiempo terminan dañando muchos nutrientes.
Cuando comemos alimentos frescos y reales (usted, yo, su perro) estamos agregando años a nuestras vidas. Mantenemos al médico alejado, previniendo enfermedades crónicas y limitando el uso de medicamentos.
La buena noticia es que las células se renuevan. Parte del daño causado a nuestras células puede revertirse si comenzamos a comer bien. Agregue años a su vida y a la vida de su perro.
¡Ahora ya lo sabes!
Giselle