Cada vez más oímos hablar de mascotas con enfermedades que antes no se veían, como diabetes, problemas de riñones, cáncer, pancreatitis y problemas de corazón. Y nos preguntamos, ¿qué esta pasando? Así como los hábitos alimenticios de los humanos cambiaron con el tiempo, pasamos de comer natural a comida rápida, conveniente y procesada… el alimento para las mascotas también. Y es evidente que este cambio ha afectado la salud y longevidad de nuestras mascotas. Un primer paso que podemos dar, como dueños responsables de mascotas, es informarnos: entender qué necesitan y que hay disponible en el mercado, y así hacer una decisión educada de lo mejor que podemos ofrecerles a nuestras mascotas.
Analizando las etiquetas en el empaque…
El objetivo de las etiquetas es informar al consumidor sobre el producto que están adquiriendo. Sin embargo, las regulaciones permiten juegos de palabras, imágenes y diseños atractivos que pueden confundir al consumidor. Aquí te comparto el ABC que debemos analizar al comprar la comida de nuestros peludos.
A. Nombre del producto: El nombre juega un papel crucial en la decisión de compra. Hay varias reglas para el nombre del producto con relación a la cantidad de proteína que contiene, siendo la proteína el nutriente principal en la dieta de perros y gatos.
- Regla del 95%: cuando los nombres dicen “Pollo para perros” o “tuna para gatos”, es decir, solo indica la fuente de proteína, significa que contiene 95% de eso en seco.
- Regla del 25%. Si se agrega un “nombre” junto a la proteína como “dinner”, “fórmula”, “receta”, entre otros, indica que contiene al menos 25% de esa proteína en seco. Ej: “Receta de pollo y arroz”, “Fórmula de salmón”.
- Regla del 3% o “con”. Se indica con la palabra “con” y solo necesita contener 3% de esto. Ej: “Receta de res con arándanos” (aquí contiene 25% de res de acuerdo a regla anterior y 3% de arándanos). Cuidado con las que dicen con seguido de la proteína, Ej. “Comida para perros con pollo” porque indica que solo el 3% es proteína animal.
- Sabor. No se necesita una cantidad especifica, puede ser menos del 1%, o lo suficiente para ser “detectado”. La etiqueta debe contener la palabra “sabor” del mismo tamaño que la proteína. Por ejemplo: Comida para perros con sabor a res”.
B. Lista de ingredientes: Una buena manera de saber si la comida es de buena calidad es a través de la lista de ingredientes, donde podemos ver la fuente de la proteína y la calidad de la misma.
- Busca que incluya fuentes de proteína, carbohidratos naturales y grasas.
- Las proteínas y grasas deben indicar su origen (Ej. Grasa de pollo, no grasa animal, proteína de cerdo, no proteína animal).
- Orden descendente: la lista va de mayor a menor peso en la fórmula. Cuidado con la división de los ingredientes que son “menos deseados”, pues si ves varios nombres de un mismo producto es posible entre todos pesen mas que la proteína, ej. Gluten de maíz, harina de maíz y maíz entero (todo es maíz).
- Busca que al menos 3 de los primeros 5 ingredientes sean de fuente animal. La calidad de la proteína varía, mientras menos procesada mejor. De mayor a menor calidad son: carne/pescado (Ej. pollo, res, salmón), harinas (Ej. Harina de pollo, harina de pescado), subproductos, harina de subproductos.
- Todos los nombres que suenan a químicos normalmente son suplementos de vitaminas y minerales. Mientras más suplementos sean añadidos, significa que la “comida” por sí sola no es suficiente.
- Aditivos: sabores, colores, emulsificadores, antioxidantes. Evitar antioxidantes sintéticos como BHA, BHT los cuales pueden causar cáncer en animales. Evitar colores y sabores artificiales.
C. Análisis garantizado: Indica el contenido de nutrientes del alimento. La comida de mascotas requiere mínimos de proteína y grasa y máximos de agua y fibra. El contenido máximo de minerales (ash) es requerido sobre todo en la comida para gatos. Se presenta “tal como ofrecido” o “as fed” y eso significa que lo que dice es lo que tiene la porción que estas sirviendo. De acuerdo a la AFFCO lo ideal de proteína para un perro es 22-32%, de fibra >5%, de grasa 10-25% (en seco, es decir, sin el agua).
Conclusión:
- Elige un fabricante autorizado por las autoridades locales y que siga los lineamientos de AAFCO.
- Prefiere productos que indiquen en el nombre “fórmula, receta, dinner, platter”. Descarta “sabor a” o “con” al referirse a la proteína, si es la única proteína que nombra.
- Revisa que en la lista de ingredientes al menos los 3 primeros sean de origen animal.
- La proteína de origen animal, mientras menos procesada mejor. Carne sobre harinas, harinas sobre subproductos, subproductos sobre harina de subproductos.
- Fíjate que mencione el origen de la proteína y la grasa.
- Busca que en el análisis garantizado el % de proteína, grasa y fibra sea el adecuado para la especie.
- Alterna las fuentes de proteína (variar la comida es la mejor garantía de una dieta completa).
- Las bolsas pequeñas te permiten una compra frecuente de producto fresco.
- Busca empaques herméticos que no dejen pasar la luz y sellen al cerrar. Conserva en lugar seco y fresco. Si es comida fresca, mantenla congelada y descarta luego de 5 días en la nevera.
- Si es muy económico, es posible que sea de baja calidad y estes pagando caro por harina de maíz.
- Si tu presupuesto no te permite una comida premium o fresca, agrega comida real a la dieta de tu mascota, como huevo hervido, pollo o res al vapor, combinado con un poco de arroz blanco, papas o auyama, un poco de órganos al vapor (corazón, hígado, molleja), un poco de vegetales crudos o al vapor picaditos, frutas crudas sin semillas y aceite de pescado. No le des a tu mascota sal, pimienta, cebolla, ajo, semillas de frutas, nueces de macadamia, chocolate, ni salsas y condimentos para humanos.